EL
DÍA DE TODOS LOS SANTOS
Las semejanzas entre Halloween y el Día de Todos los Santos son evidentes, ya que a lo largo de la
historia ha habido mucha influencia recíproca entre ambas celebraciones. Sin
embargo, también existen muchas diferencias entre ellas.
Una diferencia evidente se da en las fechas. El Día de
Todos los Santos se celebra el 1 de noviembre, mientras que Halloween se
celebra la noche anterior.
¿Qué es y qué significa
«Halloween»?
Halloween deriva de All hallow's eve, expresión del inglés antiguo que significa ‘víspera de todos los santos’, ya que se refiere a la noche del 31 de octubre, víspera de la Fiesta de Todos los Santos. Sin embargo, la antigua costumbre anglosajona le ha robado su estricto sentido religioso para celebrar en su lugar la noche del terror, de las brujas y los fantasmas. Una cultura de consumo que propicia y aprovecha las oportunidades para hacer negocios, sin importar cómo. El Halloween hoy es, sobre todo, un gran negocio. Máscaras, disfraces, dulces, maquillaje y demás artículos necesarios son un motor más que suficiente para que algunos empresarios fomenten el «consumo del terror».
¿Qué
es la fiesta de Todos los Santos?
El Día de
todos los Santos, los cristianos llevan flores a los cementerios, crisantemos a
ser posible. Limpian y decoran los panteones de la familia.
Para los creyentes, la fiesta
de Todos los Santos refleja
la fe en el futuro para quienes esperan y viven según el Evangelio predicado
por Jesús. El respeto a los restos mortales de quienes murieron en la fe y su
recuerdo, se inscribe en la veneración de quienes han sido «templos del
Espíritu Santo»
Los cristianos
desde tiempo inmemorial recuerdan el día 1 de noviembre a todas las personas
que durante su vida han sido un ejemplo, un testimonio para los demás.
Personas que
incluso han llegado a perder su vida por
ser fieles a su fe. A estos se les llama mártires.
Personas,
algunas de las cuales han sido tan profundamente humanas y generosas que son
para todos un modelo de vida. A estos se les llama santos cuyos nombres
recordamos cada día del año.
Y también
personas que sin hacer nada extraordinario, sin embargo, han pasado por la vida haciendo el bien, como
lo hizo también Jesús. Estos son Todos los Santos.
Por eso, siguiendo la tradición, el primer día de noviembre la humanidad entera se alegra y celebra una fiesta porque ha
habido tantas
y tantas personas que han hecho realidad
los sueños de
Dios de un mundo más justo, más fraterno
y
más humano.