PERDONA Y SÉ FELIZ
Objetivo del lema: Trabajar el perdón y la misericordia. Actitudes
propias de nuestro carisma, uniéndonos a la vez a la Iglesia en este año de la
misericordia al que nos convoca el Papa Francisco.
Introducción:
Dice el Papa Francisco: “¡Qué difícil es muchas veces perdonar!
Y, sin embargo, el perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles manos
para alcanzar la serenidad del corazón. Apartar de nosotros el rencor, la
rabia, la violencia y la venganza es la condición necesaria para vivir felices.
Acojamos entonces la exhortación del Apóstol: - No permitáis que la noche os
sorprenda enojados- (Ef 4,26). Y sobre
todo escuchemos la Palabra de Jesús que ha señalado la misericordia como ideal de
vida y como criterio de credibilidad de
nuestra fe”.
Textos que nos pueden
ayudar a profundizar el lema:
- Lc 17,3-10 Recomendaciones a los discípulos
- Lc 23-34 Crucifixión
- Jn 8, 11 Mujer perdonada
- Lc 15,11-32 Hijo pródigo
- Lc 10,25-37 Buen samaritano
Explicación de la
simbología del póster.
- Entorno rural, como algo propio nuestro y que además inspira sencillez y serenidad.
- Camino “el camino es algo que cada uno realiza en su existencia como peregrino” (Papa Francisco). Además de representar nuestra vida también es el modo para alcanzar la felicidad.
- Piedra: Simboliza el rencor y todos los sentimientos negativos contrarios a la misericordia y que son obstáculos en nuestro camino. Lastre que nos quita la libertad para ser nosotros mismos.
- Subida a la montaña. Supone el esfuerzo de cada día para no acumular resentimiento. - No permitáis que la noche os sorprenda enojados- (Ef 4,26).
- Tijeras. Simbolizan el perdón capaz de cortar de raíz ese lastre que nos oprime para alcanzar así la paz, la alegría y con ello la verdadera felicidad interior y con los demás.
HABLAN NUESTRAS MADRES
“Bien sabes Señor que
yo perdoné grandes cosas porque Tú me enseñaste a perdonar desde la Cruz”. M. María
“Usemos con nuestros
hermanos de tres misericordias:
misericordia de lengua, misericordia de pensamiento para no juzgar a ninguno y
misericordia de corazón para amarlos a todos”.
M. Amalia